Un joven llamado Kevin García fue detenido por autoridades al cometer uno de los crímenes más escandalosos y crudos de la historia, además fue una de las detenciones más sencillas debido a que este sujeto confesó con lujo de detalles cómo fue que abusó y asesinó a su propia madre, Fabiola García, una mujer soltera que vivía para sus dos hijos.
La fiscal encargada del caso, Carmen Valarezo, afirmó que esta escena de crimen era completamente perturbadora, ni en una película de terror se verían cosas similares. “Las cosas que este joven confesó que le hizo a su madre y la forma en cómo le hizo daño no son algo que veas todos los días”, declaró la fiscal a medios locales.
Kevin confesó que Carmen, su propia madre, era el amor de su vida, que no quería perder su v1rg1n1dad con alguien más que no fuera ella, fue así como él intentó hacerla suya, en medio de forcejeos, golpes y palabras; él estaba obsesionado, y aseguró frente a un jurado durante su audiencia que no estaba loco, fue de esta manera como le dictaron sentencia de 60 años en prisión. Con una actitud cínica y descarada este sujeto comenzó a reír frente al juez, para después decir que él merecía más, que no le bastaba con eso por lo que había hecho.
Fue en ese punto donde el juicio comenzó a tomar tintes muy extraños, Kevin García aseguró que constantemente tenía fantasías oscuras y violentas con su propia madre y hermana, a quien también planeaba asesinar cortándole la cabeza y abusar de su cadáver.
Todos estaban en shock, no podían creer lo que estaba diciendo, fue en ese momento donde dijo que deberían darle 100 años en prisión. “No estoy loco, estoy sano. Sé lo que hice”, dijo frente a la audiencia de manera tranquila. “No tengo moral, un cuerpo es un cuerpo. Un pedazo de carne”.
Y de esta manera terminó uno de los juicios a un caso que seguramente pasará a la historia como uno de los más perturbadores y que por obvias razones, la familia del joven piensa dejarlo tras las rejas hasta el final de sus días.
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